El compacto de la marca francesa es un vehículo netamente pensado para la ciudad. Muestra una conducción ágil y económica, pero su espacio interior es algo limitado.
La renovación de la entrada de gama de Renault llegó el año pasado con el Kwid. Este vehículo es, fundamentalmente, para el uso urbano, ya que por su tamaño, su conducción dinámica y si consumo se muestra como una solución de movilidad para las grandes ciudades.

El Kwid es un vehículo con algunos conceptos off road, aunque su hábitat es la ciudad. Foto: Minuto Motor.
Tras la salida del Clio Mio como auto de entrada de gama, Renault incorporó en su oferta un nuevo concepto. Lo que la marca intentó, tal vez no con mucho éxito, inaugurar otro segmento en el país: el de los SUV ultra compactos. La punta de lanza de este objetivo es el Kwid, al que la automotriz del rombo define como un Sport Utility Vehicle, aunque en realidad es un vehículo chico pensado para el uso en la ciudad. Su agilidad, su equipamiento (sobre todo en seguridad en toda la gama) y su económico consumo de combustible son los puntos fuertes de este compacto que pretende ser más grande.
Diseño Exterior
El Kwid tiene algunas cosas de SUV, sobre todo en su imagen. Un mayor despeje del suelo y sus líneas más robustas muestren cierta pretensión, que se queda a mitad de camino. En el frente sobresale una parrilla agresiva que muestra una especie de eslabones y el rombo de gran tamaño. Los faros antiniebla y los apliques plásticos en los guardabarros le otorgan un aire off road a este vehículo urbano.
En el lateral se observa otro plástico negro que ocupa las dos puertas y funciona únicamente como embellecedor. Las llantas de 13 pulgadas vienen con una taza color gris para ocultar la chapa negra que calzan neumático 165/70/14. En la parte trasera, algo más elevada que el frontal, se ve el portón de entrada al baúl, de 290 litros de capacidad, en el que resalta el logo de la marca con la cámara de retroceso incluida.
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La imagen consolidada es la de un vehículo compacto y buen armado. Mide 3.680 milímetros de largo, 1.752 de ancho y 1.470 de alto.
Diseño Interior
El habitáculo del Kwid es bastante minimalista. No cuenta con grandes detalles que realcen ninguno de sus componentes sino, más bien, busca confirmar un estilo sobrio. EN la parte central gana protagonismo la pantalla de siete pulgadas del sistema Media Nav y, por debajo de ella, los comandos del aire acondicionado. La guantera es algo pequeña y la relojería del instrumental es analógica y posee un gran velocímetro en el medio con un tacómetro a la izquierda y los datos del tanque del combustible y la temperatura del agua a la derecha.
Los materiales son de nivel medio. No son los peores, pero tampoco muestran una durabilidad destacable. El punto más negativo del interior es sin dudas el espacio en las plazas traseras.

La pantalla controla varias funciones mediante el sistema Media Nav. Además posee el Driving Eco, que ayuda a tener una conducción económica. Foto: Minuto Motor.
Cuenta con dos plazas que, con los asientos delanteros regulados en su punto medio de profundidad, hacen que el lugar para las piernas de dos adultos sea realmente escaso.
Además, dos hombres de tamaño promedio (1,80 metro de altura y 80 kilos de peso) viajarían hombro contra hombro si se ubican en los asientos traseros.
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Por su parte, las butacas principales no cuentan con muchas regulaciones. Sólo en profundidad y el respaldo, también para zona lumbar en el caso de la del conductor quien, si bien no puede optar por subir o bajar ni el volante, ni su lugar de mando, posee una posición de manejo bastante elevada y cómoda.
Motor y Confort de Marcha
El Kwid es impulsado por un motor 1.0 de tres cilindros de 66 CV y 12 válvulas que ofrece un gran comportamiento dinámico para el uso en la ciudad. Le da al auto buena agilidad y un consumo de combustible ideal para el uso urbano. Está asociado a una caja manual de cinco marchas de correcto funcionamiento.
El tanque de nafta es algo chico. Sus 35 de capacidad hacen que la cantidad de cargas sea muy similar a la de un auto pequeño de mayores dimensiones y que gasta más.

El motor 1.0 de 66 caballos de fuerza ofrece un buen nivel de consumo. Foto Minuto Motor.
Este pequeño motor no ofrece garantías de un andar confiable para la ruta, donde se necesita resto de potencia y un buen torque (93 Nm a 4.250 rpm). Es decir, el Kwid puede ir tranquilamente a 130 kilómetros por hora, pero estaría al límite de sus capacidades para reaccionar ante una maniobra necesaria.
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Equipamiento y Seguridad
Renault puso énfasis en el equipamiento del Kwid. Para ser el vehículo de entrada de gama es muy completo, sobre todo en seguridad. La versión Iconic, testeada por Minuto Motor, cuenta con cuatro airbags, frenos ABS con EDB, anclajes Isofix para sillas de retención infantil, cierre centralizado automático en rodaje, cámara de retroceso y alarma con inmobilizador de motor. Para el segmento es un equimaniento más que completo y éste es un ítem distintivo del compacto de Renault.

En el lateral se observa los apliques plástico en los guardabarros y el embellecedor en las puertas. Foto Minuto Motor.
Conclusión
El Kwid es una solución de movilidad para quien busca un auto con un bajo costo operativo, un valor razonable (267.800 pesos) y un diseño distinto al de los vehículos del segmento B. Es un producto netamente citadino, que puede transportar a cuatro personas en un espacio bastante acotado, por lo que su comodidad no es un punto a destacar. Sí cabe resaltar y reconocer que tiene un buen andar y un consumo óptimo para transitar las calles de un tránsito atascado en el creciente parque automotor argentino.
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