La Gaucha es una moto pensada para el trabajo en la calle que supera las expectativas. La relación precio/producto de la GLH 150 es excelente.
Por Claudio Carminati
para Minuto Motor
Las motos en la Argentina ganan cada vez más terreno como una solución de movilidad para quienes trabajan en la calle o se movilizan permanentemente. La Honda GLH 150 es un vehículo ideado para tal fin con muchos pros y pocas contras.
Se trata de una moto de producción nacional que, desde el inicio de su comercialización, se ganó un lugar de privilegio en el mercado local.

Fabricada en la planta que Honda posee en Campana, la “Gaucha” se define como un modelo ideal para el laburante.
Diseño
Su imagen no deslumbra. Fiel al estilo urbano de Honda, sus líneas se asemejan a las de las viejas CG Titán. El diseño es bastante estándar, pero difícilmente alguien que busque esta moto lo haga por su facha.
En este modelo predomina la simpleza. Un asiento plano y un manillar clásico permiten adoptar una posición de manejo bastante cómoda. En la parte posterior el doble amortiguador proporciona la eficiencia que este tipo de vehículos requiere para la exigencia callejera.
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Su tablero es de fácil lectura y muy completo. Tiene el indicador del cambio, que es clave para quienes recién empiezan a manejar. El instrumental es básico, pero claro.

Algunas cosas podrían mejorar. En la unidad testeada, el tambor de la llave era algo duro. Una vez que se le “encontró la mano” poner la moto en contacto y apagarla no era tarea difícil, pero hubo que acostumbrarse.
Equipamiento
Uno de los puntos fuertes de esta moto es el inyector electrónico de combustible, algo no muy habitual en los modelos de baja cilindrada. Esto aporta muchos beneficios: mejora el consumo, el rendimiento y el confort de marcha, que aumenta también por el acelerador de doble cable. Además, el manillar posee una tecla para hacer flash con las luces, lo que proporciona un plus de seguridad, sobre todo en las esquinas.

Los frenos podrían ser mejores. La realidad es que la GLH 150 tiene una buena salida y por sus neumáticos de 18” (80/100 adelante y 90/90 atrás) la detención a 0 es algo larga. En el eje delantero posee un disco de 240 milímetros de diámetro y en el posterior un tambor de 130 mm.
Tal vez, con gomas más anchas el frenado podría ser más eficiente algo que, por tratarse de una moto liviana (129 kilos en orden de marcha), resulta necesario.
Motor y confort de marcha
La Honda GLH 150 está impulsada por un motor de 149,2 cc, con distribución cadenera OHC, refrigeración por aire y el ya mencionado inyector PGM-Fi.
Alcanza los 12,2 HP a 8.000 rpm y 12,5 Nm de par a 6.000 vueltas. Suave y silenciosa, la Gaucha es una fiel compañera en la calle.
Mención aparte para la caja de cambios. Cinco marchas de sedosos pasajes, aunque relaciones algo cortas, que ayudan a completar un conjunto que otorga placer al conducir. Además, encontrar el punto muerto es fácil, incluso para los principiantes.

El embrague es muy suave y todo se presta para que la agilidad de la moto sea uno de sus principales pilares. Este motor le da a la GLH 150 una salida sorprendente y un comportamiento distintivo para su segmento. Su velocidad punta es de 110 kilómetros por hora… no le hace falta más.
Otro ítem destacable de este modelo es el consumo. Ya se aclaró que es un vehículo pensado para trabajar. La autonomía ronda los 400 kilómetros por tanque, que es de 100,2 litros de capacidad. En ciclo urbano, este modelo de producción nacional promedio de 2,5 litros cada 100 kilómetros.
Conclusión
La Honda GLH 150 es la moto ideal para el que trabaja en la calle. Un modelo utilitario, fiel y confiable que puede otorgar agilidad, buen rendimiento y un plus de potencia a un bajo costo operativo. La relación precio producto (231.600 pesos) es realmente excelente. Hay puntos para mejorar, siempre los hay. Pero en un segmento competitivo, la Gaucha se ganó un lugar protagónico.
La glh 150 es una moto espectacular y barata debería ser una súper ventas de Honda.