El tema del diseño de los Turismo Carretera está en primera plana. Irreconocibles para el público general, todos los modelos necesitan una renovación para volver a las fuentes. P1, el programa periodístico de automovilismo más reconocido del momento, realizó un programa especial contando algunos proyectos. Entrevistas a Hugo Mazzacane, presdidente de la ACTC, y a varios constructores.

A mediados de la década del 60, el Turismo Carretera comenzó a desvirtuar los diseños de sus vehículos para mejorar el rendimiento. Así aparecieron la Liebre Mk II Torino que salió campeón en 1967 (Eduardo Copello) y el Trueno Naranja, un “Fast Chevrolet” que se consagró en 1968 de la mano de Carlos Pairetti. Esos prototipos marcaron una época pero también dieron el puntapié inicial para hacer un cambio generacional y recibir a las Chevys los Falcon y todos los modelos que aún siguen estando en pista.

La esencia del TC es mantener esos históricos modelos pero el gran problema es que, gracias a los reglamentos, los diseños comenzaron, una vez más, a ser irreconocibles. Un Torino parece un Falcón, el Falcon no parece un Falcon y las Chevy y Dodge son las que más “respetan” sus líneas pero aún así son indescifrables para algunos.

Así podría ser un Torino en 2020.
Foto: Captura P1

El gran problema es que los autos que aún participan del Turismo Carretera no se venden desde hace casi treinta años. Entonces… ¿Cómo hacemos para que un joven de 25 años reconozca los autos? Volviendo a su estado original podría ser una gran resolución.

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P1, el programa de Diego Zorrero y Mauro Feito, realizó una programa para contar algunos detalles de los proyectos que se analizan para volver a los modelos originales pero respetando las normas de seguridad de estos tiempos. Hugo Mazzacane, presidente de la ACTC, aseguró que en los próximos años tendremos novedades y abrió una puerta para el regreso de las trompas originales.

Aquí el programa completo de P1